dijous, d’octubre 05, 2006

Acudit

Esto es un autobús repleto de viejos y viejitas, en un
viaje del Inserso una viejita le toca el hombro al chofer y
le ofrece un buen puñado de cacahuetes sin cáscara
El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con
agrado. Cinco minutos después la abuelita repite, el chofer
vuelve a agradecerle el gesto y se come sus cacahuetes.
Cinco minutos más tarde viene con otro puñado. Al cabo de
unos diez puñados, el chofer >ya no puede más y le pregunta:
- Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de
cacahuetes, pero usted no cree que a lo mejor a sus cuarenta
amigos y amiguitas también les apetecerían unos pocos?
A lo que responde la abuelita:
- No joven, no tenemos dientes para masticar los conguitos,
nosotros solo chupamos el chocolate que los recubre.

alaaaaa